El estilo en el jardín

Al momento de diseñar, debemos tener en cuenta varios puntos importantes, de forma de evitar futuros cambios estructurales en el parque.
El primer punto es el estilo que se le quiere imprimir al diseño, el cual nunca debe ser confundido con la moda, que suele ser un concepto pasajero y de escasa importancia. Puede ser peligroso copiar un estilo nacido en otro país o establecido en ciertas circunstancias e imponerlo en el jardín, ya que muy fácilmente puede acabar como una vulgar imitación. Sin embargo si usted está influenciado por un estilo particular de jardín, se puede hacer una interpretación sensible y práctica de él. El punto esencial del estilo es que ha de ser el suyo propio.

Estilos modernos y minimalistas : Se basan en la simplicidad en el uso de las variedades y de los elementos.
Una cubierta de grava con unas cuantas plantas de porte arquitectónico, junto a una zona de pavimento frío o un deck, puede resultar algo soberbio. Bastaría con colocar plantas de hoja grande, como por ejemplo achiras, Philodendro o Formios, o simplemente la delicada traza de unos arces japoneses contra un muro claro.

Estilo meditaerráneo : Estos jardines evocan en nuestra imaginación bellos patios soleados, pérgolas tapizadas de plantas trepadoras que dan sombra, y cálidas baldosas de terracota. Además, con los efectos del cambio climático global, tales jardines empiezan a ser apropiados, y a quedar bien en muchas partes del mundo. Aromáticas, lavandas, formios y plantas que presenten hojas grises como phlomis, senecios o perovskias cuyo bajo nivel de transpiración las hace ideales para lugares de condiciones cálidas y secas.

Estilo oriental : El estilo japonés de jardín seguramente es el más difícil de copiar, en parte porque parece muy simple, pero debemos estar en conocimiento de la profunda filosofía religiosa relacionada con este estilo, que da un gran significado a la presencia y a la situación de cada planta, piedra o elemento que se coloque, de manera que no  terminemos componiendo un caos, muy alejado a lo que realmente debería ser.

Jardines campestres  e ingleses : Este estilo puede ser muy romántico en algunos casos, pero necesitan un mantenimiento mucho mayor al que la gente se imagina, y debido a que se basa en gran medida en la presencia de herbáceas perennes que en invierno están en latencia lo que muchas veces resulta en vistas muy pobres del jardín ya que muchas de estas especies deben ser podadas casi al ras.
Por eso conviene añadir en forma proporcional arbustos de porte prolijo como buxus, formios en sus distintas alturas o plantas de porte estructural y combinarlos armónicamente con la gracilidad que ofrecen las herbáceas perennes en sus múltiples formas y colores ( margaritas, salvias azules o rosadas, agapantos, etc.)

Estilos formales : Los jardines estrictamente formales se basan en la simetría del diseño, donde un lado es el espejo del otro, y se suelen utilizar plantas de porte arquitectónico en mayor proporción, setos recortados, estanques, y distintos elementos dispuestos en una organización geométrica.
A menudo, donde se ve mejor este tipo de diseños, es en casas con fachadas formales como por ejemplo de estilo afrancesado.
También son apropiados en pequeños jardines urbanos, donde el diseño se convierte en una serie de escenas para ser vistas de frente. Los jardines formales dan una sensación natural de quietud y uno se ve guiado por ellos a través de la posición de los diferentes elementos.
Aunque pueden resultar extremadamente elegantes y son ideales para dividirse en diferentes ambientes ( reposo o lectura, social, etc ), son poco apropiados para una familia que necesita un amplio espacio para jugar y realizar otras actividades.